Quizá sea de las historias más tristes que escribo, pero prioridad para mi es apartar las cosas malas que siento, empezó una historia hermosa de la cual soñamos depender por siempre, en la que reímos, también lloramos y por la que perdonamos muchas cosas, días en los que quise verte y al lograrlo temía hablarte, tal vez por razones que el corazón nunca mencionó a mi mente, por cosas que sentí, no dije, no creí, es posible que me haya equivocado al estar en una decisión que jamás fue mía, condenado al dolor de saber que acabó el cuento donde fui protagonista solo al inicio, antagonista tiempo después y con los días víctima del dolor que pude haber creado sin pensar, aun pensando en arrepentimiento, olvidando los detalles de esas tardes donde vimos juntos cómo el día se convertía en noche, noche en caricias, caricias en abrazos, abrazos en besos, besos en promesas inolvidables, tan profundas como cada palabra dejada en el fondo de mi alma por ti, aceptando que jamás podré escuchar un